Pautas para cultivar la paz en la familia

La crisis del brote de la enfermedad por COVID-19, declarada pandemia por la Organización Mundial de la Salud, sin lugar a duda, provocó cambios en todos los ámbitos de la vida de los seres humanos.

Las medidas restrictivas de contacto y aislamiento de las personas significaron el confinamiento absoluto en los hogares, planteando retos y desafíos muchas veces difíciles de afrontar; por lo cual se requiere la implementación de las prácticas de acciones y comportamientos positivos de gestión que permitan la adaptación del sistema familiar a la crisis.

El espacio familiar es idóneo para el aprendizaje de la cultura de paz y la gestión de conflictos, no como un valor absoluto sino como un proceso vivencial en construcción que implica: “el ejemplo enseña a los hijos”. No solo se debe hablar de valores, se los debe vivir y practicar; esto permite la integración de estas conductas a través de la observación y la demostración.

Para el desarrollo de actitudes y conductas que promueven valores como: el respeto, la tolerancia, el diálogo y la resolución no violenta de los conflictos, es fundamental:

pautas cultivar la paz

El concepto de cultura de paz destaca la necesidad de la práctica en todos nuestros espacios de interacción, en este caso el hogar, de comportamientos, actitudes y valores promoviendo el rechazo a la violencia en todas sus formas como medio para resolver conflictos y destaca la necesidad de promover el diálogo como herramienta principal para relacionarnos.

Debemos esforzarnos en transformar nuestros entornos en espacios basados en el entendimiento, respeto mutuo y empatía hacia los demás y, sobre todo, con nuestros más cercanos.

Gabriela Moreira Aguirre

Coordinadora Académica de la Cátedra UNESCO de Cultura y Educación para la Paz, UTPL.

dgmoreira@utpl.edu.ec