Tras los alarmantes acontecimientos en los últimos tiempos, como la pandemia y la guerra que afectan al mundo entero, y otras múltiples situaciones difíciles que afligen a la familia, es imprescindible continuar aportando, desde todos los frentes, a su restauración. En esta ocasión y a la luz del X Encuentro Mundial de las Familias, nos anima la esperanza de seguir contribuyendo a su fortalecimiento y produciendo contenido de valor para el crecimiento y desarrollo integral de sus miembros.
“A amar se aprende amando”, es una frase que se evoca en conversaciones, canciones, y parece que la repetimos de forma inconsciente y continuamente, pero, ¿hemos profundizado en el verdadero significado de esta expresión?, pues es, precisamente la familia, el lugar más seguro, donde aprendemos a amar y a dar amor. Compartimos con ustedes en la edición, la vivencia de esta vocación al amor, desde identidades existenciales concretas, como hijo/a, esposo/a y padre o madre.
Se abordará también el fenómeno social del bullying, sus características y los factores de riesgo que lo incrementan, pero a la vez se dará una mirada a las formas de protección y acompañamiento desde la familia, pues el rol de contención, protección y refugio de los padres y de la familia en general, es fundamental para enfrentar las adversidades.
El Papa Francisco ha dicho que no existe la familia perfecta, pero sostiene también, que no hay que tener miedo a la imperfección, a la fragilidad, ni a los conflictos y, al ser la principal institución de la sociedad y sin perder nunca la esperanza, seguimos trabajando incansablemente por potenciar su valor como primera formadora de seres humanos íntegros y, demandar del Estado, políticas públicas tendientes a cuidar y proteger sus derechos.
Compartimos una reflexión sobre el respeto y el reconocimiento, que debemos guardar a nuestros padres cuando se convierten en adultos mayores, poniendo especial atención en sus cambios, sus gustos y sus emociones; el verlos perder sus capacidades nos genera cierto miedo e incertidumbre y eso nos puede conducir a la sobreprotección y a la falta de su propia dignidad y autonomía.
Finalmente, nuestro podcast está dedicado a la lectura. La mejor forma de enseñar a los hijos a leer, es que, desde niños, puedan ver a sus padres practicar esta actividad diariamente; cuando se comparte un espacio de lectura con todos los miembros de la familia, se está desarrollando un hábito y en el futuro, el amor por esta tarea, que les permite abrir sus horizontes y desarrollar su intelecto y creatividad.
Como equipo editorial les invitamos a leernos, escucharnos, seguirnos en nuestras redes sociales y a compartir esta propuesta de restauración familiar, y con ello, a ser parte del gran sueño, el proyecto más importante de nuestras vidas, la familia.